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LA VALLE 

La Valle, por su parte, es una cuenca casi circular de 244 kilómetros cuadrados, en su mayoría rodeada de montañas. La Valle de Comino aparece así, situada dentro de la provincia de Frosinone, se extiende desde Gaeta hasta Sora, en las inmediaciones del Appennino de Abruzzo. El territorio cuenta con una producción autóctona de calidad: por ejemplo, el frijol Cannellino y el vino Cabernet de Atina, el queso Pecorino de Picinisco, la trufa de Campoli Appennino, la salchicha de la valle y el turrón de Alvito. El origen del nombre se debe a la antigua ciudad de Cominio, cuya destrucción durante la tercera guerra samnita en el 293 a.C. ha sido narrada por los historiadores Tito Livio y Dionigi di Alicarnasso.
Pero ésta no es la única referencia histórica del valle, que aún tiene innumerables hallazgos arqueológicos desde la epoca prehistórica hasta la romana, como el Puente romano de Casalattico, el templo de Mefite en Casalvieri, las paredes poligonales de Vicalvi y San Fedele en San Donato o los epígrafes de Santa María del Campo, en Alvito. Sin mencionar Atina, una ciudad que figura incluso en La Eneida de Viriglio fundada segun la leyenda por Saturno, y que aún conserva vestigios de esculturas, inscripciones y cerámica de la epoca romana, La Valle de Comino en los últimos años ha despertado el interés de muchos turistas, atraídos por la belleza natural y la oportunidad de sumergirse en experiencias en contacto con la naturaleza, como el senderismo en el Parque Nacional de Abruzzo, Lazio y Molise. También, se ha desarrollado la peregrinación religiosa a Canneto y a Gallinaro, un pequeño pueblo de apenas 1.200 personas, donde, después de la aparición a la vidente Giuseppina Norcia en 1946, se ha desarrollado un verdadero culto al Niño Jesús
La valle se ha convertido en un destino de interés tambien para los amantes de un tipo de turismo diferente, lento, experimental y arraigado a la tradición, un turismo del folklore, que se refleja en la visita a los lugares de bandolerismo, los talleres de fabricación de instrumentos tradicionales tales como gaitas, las ferias y los festivales en el verano que animan los pequeños pueblos de la valle.